Sombra en la Puerta
Les comparto una historia que escuché hace algunos años, por lo cual no es de mi autoría, pero que hasta hoy me hace sentir un pequeño escalofrío. La contaré como si fuera mía a partir de ahora: Había conseguido mi primer apartamento en un edificio antiguo, el tipo de lugar que cruje en cada esquina y tiene tuberías que suenan a medianoche. Era pequeño, pero suficiente para mí. Sin embargo, al poco tiempo de mudarme, empecé a notar algo extraño. Cada noche, justo cuando apagaba la luz para dormir, escuchaba un sonido como de pasos suaves en el pasillo, acercándose a mi puerta. Los primeros días pensé que era mi vecino del piso superior o alguien bajando las escaleras. Pero una noche, a eso de las tres de la mañana (no sé porque todos estos fenómenos ocurren a este tipo de horas), escuché los pasos detenerse justo al otro lado de mi puerta. Hubo un silencio, pesado y absoluto, como si algo estuviera esperando. A la mañana siguiente, encontré una huella en la puerta, una marca como de una mano, pequeña y húmeda, pero... no era una mano humana. Los dedos parecían más largos, y las marcas estaban heladas al tacto. Traté de ignorarlo, pero noche tras noche se repetía: los pasos, el silencio, la marca en la puerta. Finalmente, dejé una cámara en el pasillo para grabar, buscando una explicación racional. Al revisar las grabaciones, vi una sombra alta y delgada que se detenía frente a mi puerta, y lo que parecía una mano alargada tocándola. No pude soportarlo más. Empaqué mis cosas y me fui esa misma semana. Nunca supe qué era esa sombra.